Ayer
Las horas nocturnas calman al mundo de los animales con un velo que no aprieta lo suficiente su ayuda es indispensable entre motores y comercio deja entrever locuaces signos de arrepentimiento es un velo ajustado de como das amarre a tus dedos es roja esa maldita luz que nos detiene la frente me duele tiene un tajo está coronada por libros acurrucados con papeles no dejan ver la fábula un pañuelo transparente por donde mira cualquier cosa menos mirada un antifaz de lana con bordados de plantas algo de esas sombras que dan chaleco y algunas pilchas pa Mayo llaman desde el cielo a una risa enmarañada un susurro de aliento picaresco que toma forma aún no de materia un vapor que baña las calles de sombra y contraste los perfumes de los jardines se asustan los olores se ocultan en frasquitos una historia de fulgor que dio oscuridad a la memoria de los adultos elocuentes hay voces que cruzan el camino con el velo puesto aq