Armonias inapropiadas

La lluvia se confunde con la música
y el fuego del encendedor ilumina
los escondites de las melodías siniestras
para que así las voces callen
en el susto de su silencio
tras difundirse en un mundo recreado
por las intenciones destructivas de algunas armonías inapropiadas

Al marginarse de las visiones falseadas
por una mente en constante disciplina
aquellos sonidos comienzan
a refigurar las sensaciones
provenientes de un entorno asaltante y represor
potenciado por la
perfección ilógica de la música
poniendo a su servicio
los malestares ajenos
en la fibra misma de la piel petrificada del oyente
reformando así
las hasta ahora
corrientes líneas afectivas del suelo impostor
a través de los constantes fluidos que yacen en las imposiciones de los hombres

lo que al desaparecer nace
en desviación
con un incierto estado temporal
que neutraliza la lucidez
y que la oscuridad utiliza
para que la conciencia no ponga todo en su lugar

(nubosidad palpitante que se aproxima
horrorizando a la luz de la sobriedad)

(sobriedad anclada en el cemento de la realidad)

(realidad soberbia que no es
enseñada con los oídos vírgenes de la experiencia)

así luego comienzan
los tambores de vegetación húmeda a respirar
con ritmos desarticulados por medio
de sus cuerpos golpeantes
estos hacen que tras los torturantes esfuerzos
de descomplejizacion de la estética
el cerebro ya roto
empiece a ser atraído por
abstracciones que suenan temblorosas
al rozar el hemisferio
inoperante de la lucidez

orden que nace de la incomprensión es capaz
de moldear los desechos volátiles que poseen
los sonidos percibidos por la visión acotada de la piel
renovada segundo a segundo
por las agitadas imágenes acústicas