Oída de Muerte
He de utilizarte, a ti, esquiva poesía, para hacer de mi muerte segura
..................................................................../menos fría,
poder anclarla en la belleza de tus ruidos majestuosos
sin temer en regalar toda mi vida,
cantada sobre los susurros de las aves nocturnas sin perturbar
poder anclarla en la belleza de tus ruidos majestuosos
sin temer en regalar toda mi vida,
cantada sobre los susurros de las aves nocturnas sin perturbar
los bullicios de tu instancia precaria.
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Atrayendo a la muerte hasta mis fantasías,
los sórdidos oradores enseñaran tu presencia con canes,
por laberintos imaginarios por donde ayen las solidas calles,
contaran entre los recuerdos a los que vendrán tus mas frecuentes alevosías.
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Robustecer la cama en un pulcro y agotado tibio aliento
para con los sueños adormecidos de actos hambrientos,
cubrir fronteras transformándote en oídos,
hacen de tu llanto el mas santo terminal.
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Cuentan las amarguras de los cautos señores
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Atrayendo a la muerte hasta mis fantasías,
los sórdidos oradores enseñaran tu presencia con canes,
por laberintos imaginarios por donde ayen las solidas calles,
contaran entre los recuerdos a los que vendrán tus mas frecuentes alevosías.
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Robustecer la cama en un pulcro y agotado tibio aliento
para con los sueños adormecidos de actos hambrientos,
cubrir fronteras transformándote en oídos,
hacen de tu llanto el mas santo terminal.
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Cuentan las amarguras de los cautos señores
que su huida fue la mas avenida
y su extraño habitar es posible en caída,
su muerte poesía.
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Cuentan las amarguras de los santos señores.
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