Piedras sobre el pasado

"mano en el desierto" Mario Irarrázabal.

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A nuestra escala la medida de los relojeros las cosas son pequeñas. sujetar el espacio, cortar. Nombrar, cortar. El recuerdo, el inventario. Con trozos, a quién conoció. Armar los hechos de a pedazos, con rocas enroscadas que dan figuras, colores y tiempo. Que si no enlazan se desarman, se hacen arena en la boca, caen al piso. Los castillos se hacen en el aire, sin base solida, para que existan. Se pueden pulir las piedras, acoplarlas de forma que al soplar brillen. Que no haya rendijas. La piedra también protege, cubre la vista. Da los remolinos del desierto, le pasa el tiempo por encima. Nunca tantos balbuceos de descanso.
Se gasta al mirar
los brillos 
sus usos lo proyectan
en las playas donde nadan
que en su tiempo dejó a los ciegos
son segmentos gruesos que acarician 
suben por las lineas adheridas
a la suela
recorriendo los huesos
atraviesan los parques
desde un gran día
donde la linea recta fue sacada del rayo de sol,
la curva de la llama de calor
Desde la fractura se instituye
que hacen el original
cruzando la frontera de
los segundos que desdoblan los cuadros
mutan las pinturas en colores imaginando
pero son peligrosos atrapados
se hacen mansos caníbales
o aves cruces sobrevolando
Termina en volverse pasado
disfrazado, lo que haya
y cuando avanza el tiempo comienza
de cuadrados los círculos
la memoria en su momento cae en el ojo
de productividad técnica
y las hojas de los árboles
quedando retratado el pasado en el presente.
mostrándose como importando
la hoja del otoño dice del verano
y su tiempo incrustado
difuminado y 
cada fragmento de algo por ahí
El pasado ahora es el presente retardado
desde nuestros cuadrados y rocas de amables
El cuerpo tiene todo registrado
nada se pierde en este cuento
sobre las piedras del pasado
ese resguardo lo tiene tomado
cada célula de la sangre
en el paso de los pasos
en el ritmo absorbido del camino
dejemos el deseo huérfano cambiando.
Como cuando usamos la frágil memoria
el azar,
sólo presagios
el pasado es temeroso
por su delicada influencia a los golpes
pero cuidadosamente entiende al mover
dados con relámpagos 

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